EL ÁNGEL

En la noche del Ángel, de tu Ángel,
corazón con alas,
guardián etéreo de las vidas, de noches ensombradas,
consejero de vida,
leal secretario mientras duermes, de tus citas diarias.

Cuidador del destino hasta que tú hablas.
Fiel compañero en la madurez de tu vida.
Vive en la luz de tu atenta mirada.
te acaricia con sus alas mientras piensas.
te percibe mientras amas.

Luz del pensar vivo, de las alturas llegada,
brotando de los Dínamis en las estrellas doradas.
Tanto me has dado en mis citas terrenas
que yo te devuelvo ahora semilla de amorosa entrega.

Nado en tus aguas, formo contigo el pensar de la nada.
Oigo porque tocas mis oídos con tus alas desplegadas.

Mueves aguas celebrales, como en la piscina de Siloé,
para nadar en ellas en el acto de conocer.

Resuena el verbo Cósmico
muriendo en las orillas de mis neuronas.

Ahora abrazo, en agua resucitada,
tanto trabajo silencioso y abnegado,
cuidándome cada instante del no tiempo, del no espacio

Fiel compañero, junto atravesamos el portal de la muerte.
Y juntos lo haremos por la puerta del nacimiento.
Juntos vivimos, sifrimos y amamos,
juntos volveremos, apenas dentro de un rato, hasta que puedas elevarte de grado
y, como Arcángel, cuidar muchos hermanos.


de "Las Doce Noches Santas"
Jaime Padró