"El secreto de sus ojos", película argentina escrita y dirigida por Juan José Campanella, autor de "El hijo de la novia", que en el difícil arte del guión construye una historia fascinante y atractiva que se mueve en varios niveles y registros. Con la complicidad de dos intérpretes fetiche en su cine, Ricardo Darín y Soledad Villamil, que estuvieron a sus órdenes en "El mismo amor, la misma lluvia", compone un relato elegante y preciso sobre un funcionario de tribunales que, ayudado por un compañero de trabajo, quiere resolver los entresijos y verdades del asesinato de una joven acaecido en 1974.
El largometraje es envolvente y misterioso. Atrapa desde las primeras imágenes. La trama tiene una arquitectura férrea y elaborada. El humor es chispeante gracias a unos diálogos ocurrentes que oxigenan la oscuridad de la idea principal. De Campanella sabía que se manejaba con cariño y sensibilidad en sus cintas de corte sentimental matizadas siempre por un sesgo de amargura y tono agridulce. Pero la sorpresa ha sido el robusto talento desplegado al compaginar el fresco y sutil planteamiento romántico con una línea genérica de cine negro brillante y muy convincente, con contados estallidos de violencia y una intriga galopante y abierta a giros inesperados que nunca resultan forzados ni gratuitos.
Sin duda, El secreto de sus ojos es una firme candidata a estar en el palmarés a pesar que se ha proyectado durante los primeros días de certamen y todavía queda mucho material que ver.
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